TURISMO 
Pasaporte sanitario ¿llega a Europa?

Por Saranavarrete@mundialdefondo.com

Pues sí, queremos viajar. Nos sentimos retenidos y la sensación es como cuando éramos adolescentes, y nuestros padres nos decían lo que teníamos que hacer y lo que no. Ahora si echamos la vista atrás parece que está muy lejano en el tiempo, cuando podíamos decidir qué hacer y cuándo, y aunque solo ha pasado un año desde que esto comenzó, creo que todos nos hemos resignado a vivir atados de pies y manos.

Esta situación se lleva reclamando desde el sector del turismo desde hace muchos meses, por no decir prácticamente desde que comenzó la pandemia. Sabemos que todo pasa por la vacunación masiva, pero la realidad es que esos números que nos habían prometido de momento no nos cuadran.

El sur de Europa en su mayoría depende básicamente del turismo, hablamos sobre todo de España, Italia y Grecia. Es importante que se instale un sistema de libre circulación, corredores seguros, entre todos los países de la UE, para ir extendiéndolo posteriormente al resto de los países.

La Comisión Europea esta trabajando sobre el pasaporte sanitario, pero surgen muchísimas dudas. Comencemos por el método. Se puede llevar digitalizado, pero esto ocasiona un problema si a alguien le roban o pierde el móvil. Quizá la creación de una base de datos internacional que unifique el acceso a los datos sería algo positivo. Muchos países no gozan de una alta tecnología o lectores de códigos QR. Quizá podríamos acceder cada uno de nosotros de motu proprio a un lugar en la nube y subir nuestros datos y nuestro código de vacunación antes del viaje, con lo que se podría conseguir un certificado de viaje.

Según fuentes de Our World in Data, se han administrado más de 216 millones de vacunas en 100 territorios, entre ellos nuestro país. La diferencia entre continentes sigue siendo evidente. África tan solo cuenta con 7 territorios que hayan comenzado la vacunación. Si nos trasladamos a Asia son unos 23 países, y en el caso de América, donde se ha comenzado por los grandes territorios, ya suman unos 22. Entre ellos están Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Chile, Perú, Argentina, Panamá, Ecuador y Bolivia.

La UE se adelantó en la compra de las vacunas, lo que nos ha dado un respiro para poder acceder a varias vacunas distintas. Hoy contamos con 3 homologadas: la de Pfizer/BioNTech, la de Moderna y, la más reciente, la de AstraZeneca.

Mientras, hablando de desigualdad, más de 100 países siguen esperando la primera dosis, algo que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, ha denunciado. “Todos los gobiernos tienen la obligación de proteger a su propia población. Pero una vez que los países con vacunas han vacunado a sus propios trabajadores sanitarios y a las personas mayores, la mejor manera de proteger al resto de su población es compartir las vacunas para que otros países puedan hacer lo mismo”, argumenta.

A pesar que millones de personas han recibido la primera dosis, la evolución por país es totalmente dispar. Recordemos que el ciclo de vacunación en las vacunas de Pfizer y Moderna es de dos dosis.

En países como España, la falta de suministro ha incidido directamente en la ralentización del proceso completo de vacunación. No obstante, parece ser que es mucho más efectiva desde la primera dosis.

Necesitamos una vacunación masiva y rápida para que el pasaporte sanitario se instale lo antes posible y podamos tener movilidad sin límites ni frenos.