ARGENTINOS UNIDOS POR EL FÚTBOL

Te mostramos como un grupo de argentinos que trabajan en la capital española armó su plan del día en torno a la final de la Supercopa y cómo lo vivieron.

(Nota publicada en Goal Argentina )
Emmanuel Velázquez, Jonatan Fabbian, Guillermo Vila, Martin Crreras, Flavia Ariotti, Alvaro, Yamila de Paula, Cristian Orgueira y Germán Gugliara. Abajo: Romina Binetti y Mariano Micheli.

Jugaban Real Madrid-Barcelona, el match decisivo se definía en Madrid, ciudad en la que se encuentra un grupo de argentinos por motivos laborales y programaron su jornada para ir en patota al Santiago Bernabéu. Trabajan en la empresa Telefónica de Argentina, y en agosto todos coincidieron en estar haciendo sus tareas en Telefónica Internacional.
De acuerdo a su eficacia fueron seleccionados para hacer una Rotación laboral por seis meses en la capital española. Algunos están en sus últimas semanas, otros en su primer mes, y otros en la mitad del proceso. Se conocieron en Madrid, ya que todos están ubicados en un mismo edificio en el barrio Chamberí (el Puerto Madero madrileño) y mientras el periodo laboral los mantiene en simultáneo en la calle Miguel Ángel 3, es cuando se unen en masa argenta para realizar encuentros, viajar los fines de semana o ir juntos a ver Real Madrid-Barcelona. Es que el derby español fue el plato fuerte de esta semana. Poder ver a los futbolistas argentinos: Messi, Mascherano, Higuaín y Di María.

Gracias a ser amigo de uno de los rotantes y convivir unos días en el edificio a causa de la cobertura del partido, me invitaron como un “rotante” más y me abrieron la puerta a sus reuniones. Así pude ser testigo presencial de juntadas al mejor estilo Friends pero sin necesidad de mirar subtítulos, sino que en habla hispana. Mejor dicho: en lenguaje argentopuro. “A las ocho nos juntamos en lo de Romi y de ahí vamos a la cancha”, me avisó Flavia a modo de orden. Si bien no me iba a negar, tampoco me dieron la opción.

Romina Binetti trabaja en el área de marketing y está en sus últimas semanas de rotación. Por ser la más antigua y vivir en el departamento más cómodo sus últimos meses, sumado a que es hiper simpática, su lugar en el tercer piso es el elegido a la hora del meeting. Alistada con la remera argentina versión Mundial ´86 y con la 10 en la espalda, Flavia Ariotti -en el área de regulación- había sido la que me dio la orden.  Como vive en el mismo piso que Emmanuel Velázquez, ingeniero en telecomunicaciones, que llegaba más tarde por una exposición laboral, fue Flavia la que se vistió de Rachel y a los gritos me tocó la puerta.

De lo de Romina al estadio, a dos estaciones de metro –línea 10, de la estación Gregorio Marañón a la estación Santiago Bernabéu–, ya con el equipo completo: Romina, Flavia, Emmanuel, Yamila de Paula, Germán Gugliara, Mariano Micheli, Gullermo Vila, Cristián Orgueira, Martín Carreras. Todos con la camiseta argentina, vestidos para la ocasión. Emmanuel, que estaba de traje, al llegar se sacó la camisa y se puso la albiceleste modelo ´86. Al grupo argento se sumaron Álvaro y Lorena, rotantes ecuatorianos hospedados en Chamberí.

El partido era a las 22.30, como la previa se había extendido, entre cervezas y champagne, recién a las 22.10, la banda argentina llegó a las adyacencias del Bernabéu. Todos tenían diferentes entradas, por lo que hicimos la foto antes de ingresar y pusimos esa esquina como punto de reunión a la salida para ir a comer y contar cada uno lo vivido en esas dos horas observando el mejor fútbol del mundo.

A la una de la madrugada nos volvimos a ver y comenzó el “Hablemos de fútbol” versión callejera. Yamila de Paula, trabaja recursos humanos, junto a su novio German Gugliara (que está “de visita” los seis meses en Madrid), fueron los primeros en llegar. La pareja con preferencia culé fue víctima de gastadas de Romi que llegó al punto de encuentro ya vestida con bufanda merengue, efusiva, gracias a la venta de cervezas dentro del estadio, al ritmo de “Real Madrid oleee olee… ganamos, ganamos… Pipitaaa, Pipitaaa”.

“La verdad que es una vergüenza lo que jugó atrás defendiendo todo el partido el Madrid”, le replicó Germán a Romi, quien respondió que el Real le pegó un baile al Barça. Y empezó el mini debate, que se cerró con el típico machismo –lo ameritaba la situación-: “No me voy a poner a hablar de fútbol con vos, no creo que entiendas”. Flavia, quien de antemano no tenía equipo, pero como toda mujer se acomodó a la situación futbolística mas conveniente, se unió a los gritos de Romina y luego acotó: “En la cancha de River se grita mucho más”. “Me parece que no conocés la Bombonera”, subrayó Emmanuel.
Cristián Orgueira trabaja en la empresa, pero está de paseo en Europa, llegó junto a Emmanuel al punto de encuentro y relató lo que decía un catalán solitario en el medio de la platea merengue: “¡Pero esto es fútbol… Miren que bien se juega, pero miren bien… Que así se juega, así también vale… Pero que bonito juega el Barça hombre… Esto si que es chulo!”, desatando las risas de toda la plantilla argentina, narrando como un barcelonista les hablaba a los madridistas cuando el blaugrana tocaba la pelota al compas de Iniesta, Busquets, Xavi y Messi. Al instante, Emmanuel nos trajo un dato fundamental para otra nueva explosión de risas: “¿Escucharon cuando la hinchada cantaba Messi subnormal?” No parábamos de reírnos del particular folklore español, a tal punto que lo fuimos a chequear con los simpatizantes merengues que caminaban a la par. Y efectivamente es que el público de la Casa blanca tiene una cantico singular para el crack argentino: “Messi subnormal”.

Mariano Micheli, del área control de gestión, analizó: “Macherano tiene un motor en el corazón, pero hoy erró todos los pases y se comió el primer gol, no fue su día”. Por su parte Guillermo Vila -se desempeña en post ventas- y Martín Carreras – en control de gestión- contaron otra experiencia: “Vimos el partido al lado de dos amigos, uno del Barça y otro del Real, nosotros no sabíamos si gritar el gol de Messi. Cuando el de Barcelona lo gritó desaforadamente y no pasaba nada, nos pusimos a gritarlo con él”. Cosas lindas del fútbol que en Argentina no pasan: que un hincha visitante en medio de miles locales grite un gol a los cuatro vientos.

Todas estás experiencias se pudieron vivir en el derby español, entre dos popes del fútbol europeo, gracias a un puñado de argentinos que estuvieron allí para contarlo. Los telefónicos al mejor estilo Friends, yendo de un departamento a otro, divididos en el estadio pero todos juntos en el regreso a casa en bus, a las tres de la madrugada, luego de la cena. Como dato aparte, el partido lo ganó el Real Madrid 2-1 y levantó la Supercopa a causa de los goles de visitante marcados en Barcelona (2-3). Hizo un gol Higuaín y un golazo de tiro libre Lio Messi. Pero lo más destacado del evento fue una hinchada mixta y casi sin prejuicio de camiseta, alentando por un equipo de cuatro: Lio, Masche, Pipita y Angelito. Ni merengues, ni blaugranas… ARGENTINOS.

En el Bernabéu, se escuchó bien fuerte el hit de esta banda expandida en los cuatro costados: “¡Ooohhh, Argentinaaa… es un sentimiento… No puedo parar!”. Argentina los cría y en España, el fútbol los une.
@JonyFabbian