ENTREVISTA JULIO LAMAS 
“Ginobili es el mejor extranjero de la historia de la NBA y de la FIBA”

Por @JonyFabbian

Uno de los entrenadores más prestigiosos del la historia del deporte argentino, dialogó en exclusiva con MundialDeFondo.com dejó en claro, entre muchos temas, lo importante que fue para su carrera dirigir a al equipo nacional. Actualmente dirigiendo al seleccionado de Japón, describió su experiencia en el Real Madrid, los títulos en la Liga Nacional de Básquet, la historia de la Generación Dorada desde adentro y una infinidad de conceptos para aprovechar.

Julio Lamas, sin dudas, forma parte de los principales entrenadores que han marcado la historia del deporte argentino y, está en el top 3 de los técnicos más influyentes del basquetbol en el país junto a Rubén Magnano y Sergio Hernández. Y si bien la profesión lo llevó bien lejos de la albiceleste, no olvida cuanto lo marcó en su carrera ser parte y comandar en la época más importantes de este deporte en la Argentina. “Dirigir a la selección de tu país es el orgullo más grande que podés sentir como entrenador. Se junta el nivel más alto profesional con el sentimiento. Es inigualable. Lo más importante que hice en mi carrera de entrenador fue dirigir a la Selección Argentina. Está por encima de todo lo demás”. Y agregó: “Por ejemplo, el momento del himno cuando jugamos en Mar del Plata y fuimos campeones de América, fue el más emocionante que pasé. No hay nada que lo pueda compensar. Porque había muchos jugadores ya grandes, estaba la familia y ese momento fue una de las mayores satisfacciones de mi vida”.

Dirigir a la selección de tu país es el orgullo más grande que podés sentir como entrenador. Se junta el nivel más alto profesional con el sentimiento. Es inigualable. Lo más importante que hice en mi carrera de entrenador fue dirigir a la Selección Argentina. Está por encima de todo lo demás”.

Más allá de su época con la celeste y blanca, realizó un repasó por sus principales títulos en la Liga Nacional, los cuales también ocupan un lugar importante en sus recuerdos: “Boca fue el primero y fue especial. Me creía grande y tenía 32 años. Sentí que me recibí de entrenador al salir campeón. Ben Hur, porque yo volvía de Madrid y pude dar vuelta la página en casa. Fui muy feliz porque el equipo jugó muy bien al básquet. La atmósfera del equipo y el club fue muy sana. Libertad, porque al cruzarme de vereda, sentí que los dirigentes creían que era el indicado para cortar con una mala racha. Me dieron toda la confianza. Agarré un equipo ya bueno, pero no conseguían el título. Me identificó porque le pasaba lo mismo que a mi antes de Boca, y salir campeón también fue cumplir con el desafío. Con San Lorenzo fue emotivo el bicampeonato porque se demostró que eramos los mejores y además soy hincha. También ahí se me juntó con el sentimiento por ser parte del inicio de un proyecto. Me quedaron momentos de San Lorenzo en el corazón para siempre, como la ‘Vuelta a Boedo’ y el partido con el Toronto Raptors”.

Por otro lado, destacó que su paso por el Real Madrid fue una de las decisiones que más lo marcaron y una de las pocas que aceptó sin analizar: “Es distinto a todos. Es un club de fútbol con una sección de básquet adentro. Esa sección, es el club más importante del mundo fuera de la NBA. Un nivel profesional muy alto. Toda la conducta y standard que se le pone, es el mismo que para el fútbol. Ese factor te hace crecer. Fue una experiencia hermosa. Mejoré como entrenador”.

Su actualidad como la del resto del planeta se ve interrumpida por la pandemia y eso es algo que Lamas piensa detenidamente por estos días al recordar que debería estar preparándose para los Juegos Olímpicos con la selección anfitriona, detalle que fue fundamental para su aceptación ante semejante reto: “Me venían llamando y vinieron para Argentina. Tuvimos varias reuniones y terminé no aceptando. Unos meses después volvieron con otra propuesta que no me involucraba con tener que irme a vivir allá con mi familia. Dudé cuando le contesté que no porque yo estaba en San Lorenzo.  Pero la segunda vez al proponerme que no hacía falta estar los 12 meses en Japón, fue distinto. Del primer viaje al segundo, me lograron mostrar que los Juegos Olímpicos estaban en el horizonte y me hicieron dar cuenta que valía la pena para mi carrera. La verdad acepté con duda. Pero en estos tres años el sentimiento de que hice lo correcto fue aumentando. Hubo muchas cosas que había que entender como la cultura y el juego del basquét japonés”.

Por otro lado, se tomó unos minutos de la entrevista para definir a las principales figuras del proceso más destacado y reciente de la Selección Argentina: Luis Scola es un fuera de serie. Junta el talento, con la mentalidad y con un profesionalismo para los cuidados personales. Eso hizo que se mantuviera en plenitud durante una carrera fuera de lo normal y eso se vió con su compromiso con la selección. Ginóbili es el mejor jugador de básquet de la Argentina y el mejor extranjero de la historia de la NBA y de la historia FIBA; lo pudo ser porque es una persona muy inteligente y mantiene mucha estabilidad emocional, y encima eso se lo suma a sus condiciones atléticas altísimas y a su amor al juego. Pepe Sánchez, es muy inteligente, tenía el control del partido entero: el partido y la cancha en la cabeza. Donde está cada uno y como hacerlo jugar. Capacidad altísima ofensiva. Frustraba al rival. Campazzo impresionante. Para mi es el mejor base fuera de la NBA. Tiene una energía positiva única que le da un extra al equipo. Nadie cree en el  mundo en él, más que Campazzo mismo. Para mi Prigioni es el mejor base de la historia en Argentina, con la personalidad para no asustarse en la definición en ningún partido, maestro del pic and roll… pero no sé dónde va a terminar Campazzo, a Facundo le tenemos que dejar la nota abierta para ver que hace en el último cuatrismetse (risas). Marcelo Milanesio es un crack, sabe todo de básquet, lo conoce de punta a punta, récord de asistencias en un campeonato mundial como Cortijo, Pepe Sanchez y Prigioni. Eso habla de la calidad de bases que tuvo Argentina. Delfino, talento a la máxima expresión, llenaba los ojos de todo el mundo con lo estético de su juego, pero sabía medir cada momento del partido. Oberto es un monstruo, el mejor 5 de la historia en nuestro país, irreemplazable de la Selección Argentina… cuando se fue, tuvimos que aprender a jugar sin él. Nocioni es el alma adentro de la cancha, con un corazón que no le entra en el pecho, con mucho talento también”.

LA ENTREVISTA COMPLETA EN Youtube.com/mundialdefondo