La Ensaladera de Plata cada vez más lejos
Delpo: impotencia y resignación. |
Lágrimas en los ojos de Juan Martín Del Potro. Lágrimas de bronca, de una tristeza incontenible. Lágrimas de lo cerca que estuvo de ganar su partido. Porque lo tuvo ahí, al alcance de la mano. Con toda la presión que implicaba disputar el segundo punto de la serie, luego del perdido por Juan Mónaco frente a Rafael Nadal, Delpo jugó bien, muy bien, pero no le alcanzó. Del lado de enfrente estaba el número 5 del mundo y uno de los mejores sobre polvo de ladrillo de la actualidad, David Ferrer. La épica historia del segundo choque de la final de la Copa Davis quedó para el español por 6-2, 6-7, 6-3, 6-4 y 6-3 tras cuatro horas y 44 minutos de tenis. En una cancha que agigantaba todas las virtudes del español, que corrió hasta el cansancio de los espectadores y hasta cuando parecía que ya nadie correría un poco más, él siguió corriendo y metiendo todas las bolas. Erró muy poco y estuvo demasiado sólido en los momentos importantes y, junto al resto físico, fue una de las claves de su triunfo. Por el lado del tandilense, quizás el punto más flojo estuvo en el saque durante los últimos dos sets, pero de todas maneras mostró un gran nivel de tenis. “Aunque por momentos jugué increíble, perdí”, cerró llorando Del Potro.
En el primer turno quien debió bailar con la más fea fue Juan Mónaco, ya que enfrentó a un Rafael Nadal que se mostró en su máximo esplendor. El mallorquín jugó mejor que nunca, no tuvo ninguna fisura en su tenis y se llevó el primer punto para su país tras un muy cómodo 6-1, 6-1 y 6-2. El tandilense se limitó a correr y pasar las que podía, pero del otro lado tenía sencillamente un frontón. Todas volvían. El número 2 del mundo, dio una muestra gratis de cómo jugar sobre polvo de ladrillo y aplastó al pobre Pico.
La noche española, allá en Sevilla, dejó el peor escenario con el que podía culminar el viernes: España 2, Argentina 0. Sólo resta soñar con que mañana, a partir de las 12, la pareja argentina formada por David Nalbandian y Eduardo Schwank le roben un puntito a la dupla española integrada por Fernando Verdasco y Feliciano López.
Franco Scandizzo – @fraanscandizzo