Empezó Qatar 2022, el Mundial más costoso de la historia

El Mundial de Qatar 2022 no solo quedará en la historia por lo que pueda llegar a suceder, también quedará en los libros porque será la Copa del Mundo más cara desde que se creó el fútbol. Una inversión millonaria basada y sostenida en la extracción de petróleo de la zona del Golfo Pérsico.

Se estima que la organización del Mundial para Qatar alcanzó la cifra de los 250.000 millones de dólares. Hassan Al Thawadi, jefe del organismo encargado de organizar el torneo, indicó que esa cifra fue alcanzada y superó con amplio margen a Brasil 2014 y Rusia 2018. El primero costó 15 mil millones de dólares, mientras que el último terminó invirtiendo 11.600 millones de dólares.

La inversión del Gobierno no solo fue en la parte futbolística: Qatar ahora cuenta con el nuevo sistema de metro, un aeropuerto internacional, nuevas carreteras, cerca de 100 nuevos hoteles e instalaciones para el tiempo de ocio. Para tomar magnitud de la inversión qatarí, el estadio Lusail, donde se jugará la final, costó 2100 millones de dólares, mientras que el estadio 974 solo se armó para este Mundial porque luego se desarmará: costó 800 millones de dólares.

Ante la inmensa cantidad de críticas por ser el Mundial más caro de la historia, Gianni Infantino, presidente de FIFA defendió la organización de esta Copa el Mundo: “Lo triste es que en las últimas semanas hemos sido testigos de una doble moral. Los europeos nos dan muchas lecciones. Soy europeo y deberíamos pedir perdón por dar lecciones. Vine hace seis años y lo primero que hice fue hablar de los trabajadores. ¿Cuántas empresas europeas ganan dinero aquí o en otros países de la zona y se han preocupado de los trabajadores? Ninguna. La FIFA se preocupa y Qatar, también”.

El objetivo de Qatar es mantener este poderío y esta sustentabilidad financiera luego de la Copa del Mundo. Sudáfrica (2010), Brasil (2014) o Rusia (2018) tuvieron crecimientos notables en su PBI en el año que organizaron el Mundial, pero eso luego se derrumbó. Lo más relevante de la inversión, fue la ciudad de Lusail, que al momento en el que Blatter dio a conocer la sede del Mundial en 2011, no existía y se invirtió una fortuna para levantarla.

Para la FIFA, la rentabilidad es importante. Se estima que en lo que respecta a taquilla de estadios, una ganancia de US$500 millones (el 11 % de los ingresos totales para 2022). Los derechos de televisión tendrían una ganancia de 2.640 millones, especialmente por pagos de regiones de Europa (43 %), Asia y África del Norte (29 %) y Sur y Centro América (13 %). La ciudad de Doha pasa a ser el epicentro del mundo. La Copa del Mundo revolucionó un país pequeño, alejado de la cultura futbolística pero con un récord difícil de igualar: ser el más costoso de la historia.