¡CONFRIMADO! 
¡Habemus Papa! Robert Prevost, quien eligió llamarse León XIV

El humo blanco ya es historia. Miles de fieles en la Plaza San Pedro alzaron la vista hacia el cielo vaticano y presenciaron, entre aplausos y lágrimas, la señal inconfundible: Habemus Papam. Desde el balcón de la Basílica, el cardenal protodiácono confirmó lo que hasta entonces era solo especulación: el nuevo Papa es el estadounidense Robert Prevost, quien eligió llamarse León XIV.

Será el Papa número 267 en la historia de la Iglesia Católica, una institución con más de dos mil años que vuelve a escribir un nuevo capítulo. Y si bien la elección de un pontífice nacido en Estados Unidos puede interpretarse como un guiño al ala conservadora de la Iglesia, los primeros gestos de León XIV invitan a una lectura más matizada. El nuevo Sumo Pontífice mantuvo durante años un fuerte vínculo pastoral con América Latina y no dudó en distanciarse políticamente del expresidente Donald Trump, una figura respaldada por buena parte del clero estadounidense.

La elección del nombre tampoco pasó desapercibida: León XIV remite inevitablemente a León XIII, el Papa que impulsó la Doctrina Social de la Iglesia a fines del siglo XIX. Ese guiño parece indicar una voluntad de continuidad con el camino de justicia social que trazó Francisco, aunque con ciertos matices: los primeros signos muestran una preferencia por la vestimenta litúrgica más tradicional, lo que despierta la atención de sectores conservadores.

Robert Prevost, ahora León XIV, no solo sucede a Francisco, sino también a San Pedro, el primer Papa nombrado según los Evangelios. Su llegada abre interrogantes y expectativas sobre el rumbo que tomará la Iglesia. ¿Será un papado de equilibrio entre tradición y renovación? ¿Hasta dónde llegará la huella de Francisco en los próximos años?

Lo cierto es que la fumata blanca ya dio su veredicto. Y el mundo católico, con 1.400 millones de fieles, empieza a caminar con un nuevo pastor al frente.