Federico Grabich fue tercero en la final del Mundial de pileta larga en Kazan y volvió a hacer historia al colgarse el bronce en Rusia.
El santafesino de 25 años que había ganador la medalla de oro en los panamericanos, volvió a hacer ruido en el agua con un tiempo de 48s12 para llegar en el tercer puesto. Con esta marca quedó a solo una centésima de batir su récord argentino. El ganador fue el chino Ning Zetao, con 47s84.
“Fue una buena carrera, era una final y había que correrla”, sentenció el nadador de Casilda que ya se había metido ayer en la historia grande al meter por primera vez a un argentino en la final de la principal competencia de natación en pileta de 50 metros. Ahora sumó la medalla de bronce en el Mundial, que se agrega a la de oro ganada en los Panamericanos de Toronto, donde también se quedó con la plata en los 200 metros libres. Un 2015 sublime para la carrera del santafesino de 1,93 metros.
Grabich cortó una sequía de 17 años sin medallas para argentinos en los mundiales de natación. El último había sido Gabriel Chaillou en Perth 1998, logrando el bronce en la competencia de 25 kilómetros de aguas abiertas que se corrió en el océano Indico, en Australia. Quien se convirtió este año en la máxima estrella de la natación argentina, será la esperanza albiceleste en la pileta de los Juegos Río 2016, para lo que ya tiene un objetivo: “El año que viene puedo nadar abajo de los 48 segundos”.
