Argentina en la final del Mundial de Brasil 2014
Romero, en el festejo final con Maxi Rodríguez. Argentina es finalista. |
El Maracaná nos espera el domingo para jugar el séptimo partido en el Mundial de Brasil 2014, ese que solo dos equipos pueden alcanzar. Festejos, abrazos, y lágrimas. Muchas lágrimas coparon el Arena de San Pablo luego el 4-2 en los penales tras 0-0 parcial en los 120 minutos, que le dieron la victoria a la Argentina ante Holanda en las semifinales. De menor a mayor en este partido aunque con dominio sudamericano de la pelota durante la mayor parte del encuentro, la selección le puso todo lo que tenía que poner: alma, vida, y corazón. Mascherano, ese capitán sin cinta, sufrió un cabezazo que lo descompensó por unos instantes, después se acalambró, no podía más, y siguió. Fue la voz de mando dentro del campo y, cuando el cuerpo le decía que no podía más, siguió con ese ímpetu que solo Masche tiene. “Hoy te convertís en héroe”, le dijo a Romero cuando ya todo estaba sentenciado a los penales… y no falló. El oriundo de Misiones fue hasta el área chica y se convirtió en el héroe de la noche argentina. Dos penales atajados de cuatro. DOS DE CUATRO. Y así se consagró Romero. Pablo Zabaleta también, otro destacado, con premio al esfuerzo, que recibió un golpe en la boca que terminó en sangrado y posterior sutura, y terminó el partido como uno más, pero con un vendaje en el labio. Hasta se dio el lujo de patear el último penal…
Las lágrimas en los ojos de los 23 jugadores del equipo junto con todo el cuerpo técnico eran imposibles de disimular. Llorar como chicos, sufrir como adultos, disfrutar como adolescentes: así se los percibió a poca distancia. De la misma forma se vivió en todo el país: emoción, lágrimas y festejos por todo el territorio de la Argentina.
Claro, la fiesta era interminable y nadie se quería ir del estadio… jugadores incluídos, quienes se quedaron saltando, cantando, revoleando la camiseta y disfrutando junto con la enorme cantidad de público argentino que había en San Pablo. Y claro, fue con dedicatoria incluida para el archirival en varios fragmentos del repertorio: Brasil, decime qué se siente, tener en casa a tu papá…. te juro que aunque pasen los años, nunca lo vamos a olvidar, aunque también no podía faltar el ya clásico Brasilero, brasilero, qué amargado se te vé…