UN TRIUNFO PARA SOÑAR
En cuanto al partido, Argentina jugó mejor, mereció más, pero cometió algún que otro error defensivo que pudo haber costado la victoria a diez minutos del final. Por eso queda mucho por mejorar, tanto atrás como adelante. Ya que si bien Vincentn Enyema –el arquero nigeriano- fue la figura del partido, fue culpa de nuestros delanteros no aumentar el marcador. Lo dijo el propio Diego post triunfo: “No podemos errar tantos goles”, admitió algo preocupado en la sala de conferencia.
El nivel de Messi estuvo a la altura del acontecimiento, fue el generador de todos los ataques argentinos, gambeteó cuanta camiseta verde se le pasó por el frente, estuvo fino con la pelota… Aunque no tuvo la misma precisión para marcar en el Ellis Park que tiene en el césped del Nou Camp. Tevez fue otro que pasó a los africanos como poste y generó peligro por los costados. Y Heinze, el cuestionado número 3 de la selección, fue quien abrió el camino triunfal en el Mundial con un hermoso gol de cabeza.
Falta mejorar, falta el gol de Messi, falta que el Pipita Higüaín convierta en un Mundial, falta que la Brujita Verón tenga la milimétrica dirección en su pie como en Estudiantes… Pero se jugó bien, se ganó, y eso es muy importante en el primer partido: arrancar con el pie derecho para tener la mitad de la clasificación en el bolsillo. Eso invita a ilusionarse.
Soñemos que terminamos primeros en la rueda inicial y que le ganamos a Francia en octavos con un agónico gol del optimista Martín. Soñemos que Messi deja pagando a Terry y lo goza a Given –no va a ser muy difícil después del gol que le cedió a EEUU- para catapultar a los ingleses en cuartos. Soñemos con una corrida inalcanzable de Di María para servirle un gol al Pipita, que cuando vuelva a España lo tilden de enemigo público por dejar a los gallegos afuera en semifinal. Soñemos a Tevez festejando en la cara de Lucio, un soberbio gol de potrero con Julio Cesar lamentándose en los pies de su compañero interista Milito, con Carlitos riéndosele una vez más en la cara a brasileños como ya hizo con Robiñho alzando una copa en sus narices. Y soñemos que Mascherano levanta la Copa del Mundo el 11 de julio.
Soñemos, como narra una canción de Kevin Johansen: “Que lindo que es soñar, soñar no cuesta nada, soñar y nada más… con los ojos abiertos, que lindo que es soñar… y no te cuesta nada más que tiempo”. Soñemos en una Selección levantando la Joao Havelange (¿tenía que tener el nombre de un brasileño la copa?) Soñemos con ser campeones mundiales nuevamente. Había que ganarle a Nigeria en el debut para arrancar el sueño de una historia victoriosa. Y se le ganó. Soñemos que cambia la historia. Un triunfo que invita a soñar.
Argentina: Sergio Romero; Jonás Gutiérrez, Martín Demichelis, Walter Samuel, Gabriel Heinze; Juan Sebastián Verón, Javier Mascherano, Angel Di María; Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Carlos Tevez. Director técnico: Diego Maradona.
Nigeria: Vincent Enyeama; Taye Taiwo, Chidi Odiah, Joseph Yobo, Danny Shittu; Dickson Etuhu, Sani Kaita, Lukman Haruna; Chinedu Obasi, Aiyegbeni Yakubu y Victor Obinna. Director técnico: Lars Lagerback. Gol, primer tiempo: 6m, Heinze (A).
Cambios: Segundo Tiempo: 6m, Obafemi Martins por Obinna (N); 14m, Peter Odemwingie por Obasi (N); 28m, Maximiliano Rodríguez por Verón (A); 29m, Kalu Uche por Taiwo (N); 33m, Diego Milito por Higuaín (A); 39m, Nicolás Burdisso por Di María (A).
Amonestados: Jonás Gutiérrez (A); Haruna (N).
Árbitro: Wolfgang Stark (GER),
Estadio: Ellis Park (Johannesburgo).