ENTREVISTA GUSTAVO FERNÁNDEZ 
“No soy de los más habilidosos, pero soy el que siempre lucha cada vez más”

Wimbledon fue la escenografía en la que Gustavo Fernández se estrenó como número 1 del ránking en Tenis sobre silla de ruedas. Y fue en la intimidad del All England Tennis Club donde el cordobés, junto a su entrenador Fernando San Martín, se prestó para una extensa charla en la que describió las diferentes emociones que vivió en la semana, sus fortalezas, lo que lo llevó a ser el profesional que es, la actuación sobre césped y más temas en profundidad…

DESDE LONDRES.- “Lucha, lucha, lucha, que de esto vos sabes más que nadie”, le dice su entrenador cuando la mano estaba dura en la semifinal ante Hewett. El partido estaba un set abajo y a un game de quedar afuera. Fernando San Martín sabe de la fortaleza mental de Gustavo Fernández y atinó a las palabras justas. El riotercerense reaccionó, ganó el game, luego el set y dio vuelta el partido. “Lo ganó con unos huevos bárbaros”, comentamos a pocos metros junto a Agustín Calleri y José Manuel De la Sota tras presenciar en el Court 17 el pase a la final de Lobito.

Potencia en sus tiros, fortaleza mental, perseverancia y mucho huevo son las características que se ven a simple vista en Gustavo Fernández como tenista profesional. Fueron días en Wimbledon atípicos para Gusti por diversas cuestiones en las que apeló a esas virtudes para continuar el camino a nivel top que es. Así lo describe en diálogo íntimo con Mundial De Fondo: “Fue una semana especial en muchos aspectos, principalmente por lo que significa para mí haber llegado al 1 en el ránking y de la manera que se terminó dando: que no fue al día siguiente de ganar un torneo, sino que en medio de la preparación, sumado a una demora en la actualización de puntos. Fue muy intenso y me generó emociones muy fuertes. Potenciado por la repercusión que tuvo y por estar acá en Wimbledon con toda mi familia. Difícil de procesar, pero lo tuve que afrontar para luego competir y poder manejarlo bien”.

En Londres estuvo acompañado por una delegación numerosa. Fuera de la habitual presencia de su entrenador y/o algún familiar, esta vez además lo acompañaron su novia Flor, su papá Gustavo Fernández (entrenador de Boca en básquet), su mamá y su abuela.
Por donde se lo mire este Grand Slam fue muy especial para él. Y lo sintió en el primer partido por cuartos de final en el que superó al experimentado francés Stephane Houdet (3º ranking con 46 años), encuentro que le resultó pesado: “El primer partido fue el más duro desde lo mental. Fue muy complicado, porque me costó mucho en la previa manejar las emociones, abstraerme de todo lo que había pasado y lograr el enfoque. Entrené bastante mal los días previos al arranque del torneo, porque estaba nervioso y desbordado por las emociones”.
 
 
Sobre esta situación especial, Fernando San Martín explica: “Sabía que esto podía pasar, pero entendía que tenía un piso. Cuando al principio de la semana lo vi por debajo de ese piso, ahí fue cuando se me puso dura la historia a mí. Pero reaccionó a tiempo. También esperaba su reacción. Es parte de enfrentar la situación y reaccionar para resolver el problema. Ese es el gran secreto. Contaba que él lo iba a hacer y lo pudo hacer, que es la confirmación del trabajo que viene haciendo”.
El entrenador del flamante número 1 argentino agrega: “Él enseguida se dio cuenta. Yo sólo recurrí a sus conocimientos de tenis. Nos basamos mucho en que conozca del juego en el sentido de lo físico, lo técnico-táctico-estratégico, pero también en lo mental. Las tres variables fundamentales. Yo considero que él sabe de tenis. Entonces apelé a eso, por lo que le fue fácil hacer el cambio, porque lo entendía perfectamente, lo único que hice fue recordárselo”.
“Una más, una más… jugá a fondo como sabes… siempre una más”, le remarca San Martín a Lobito Fernández en diversos momentos del juego.
Es que Gustavo tiene ese plus de jugar todo hasta que la bola se vaya o piqué tres veces. Y él lo sabe más que nadie. Sobre eso desarrolla: “Cuando uno tiene ciertas habilidades en los tiros, a veces cuando no salen las cosas, se recurre solamente a la capacidad que uno tiene. Y durante muchos años lo que nosotros hemos trabajado fue el plus de la fortaleza mental. Siempre fui un jugador aguerrido y luchador. Pero me he enfocado en desarrollar al máximo eso. Y se notó en los últimos meses. Que estuve en situaciones muy adversas y las pude revertir, por la capacidad en conjunto con el control mental que estoy logrando. Y a veces por huevo… Por ponerle garra, por luchar y por estar ahí listo para lo que sea”.
Sobre su fortaleza mental de ir siempre a más, profundiza: “Ahí es donde yo hago la diferencia. En el circuito no soy de los más habilidosos, no me sobra en ese sentido. Pero sí creo que soy el que trata de luchar cada vez más y estar siempre listo para hacer lo que haga falta para ganar los partidos. Y eso  me ha llevado a una evolución muy grande. Cada vez lo desarrollo más y es lo que me está haciendo llegar a ser dominante en el circuito”.
La conversación es más que interesante y se suman preguntas al fluido diálogo junto a Gustavo Fernández y Fernando San Martín…
MdF: ¿De qué derrota sacaste más aprendizaje?
Gustavo Fernández: He tenidos muchas derrotas y claro que se aprende de eso. Y muchas muy duras. Con match points a favor en partidos importantes en Grand Slams. En las que jugué bien pero fue durísimo. Y también de las otras en las que siento que jugué mal y es peor. Porque cuando jugas bien y perdés, te vas con la sensación de que diste todo. Pero en otras te
preguntas “¿Qué hice dentro de las cancha?”.


MdF: Gustavo es parapléjico completo, por lo que es más complicado el entrenamiento y juego que para el resto de los jugadores que están en alto nivel…
Fernando San Martín: Totalmente. Es mucho más complejo para una discapacidad completa como la de Gustavo desarrollarse en el juego, y eso es lo que le da más mérito por haber llegado a donde está. Lo sabemos claramente los que trabajamos en este ámbito, tanto los entrenadores como el que lo vive. Cuando yo trabajo con algún otro jugador que es amputado o no es parapléjico, se nota la diferencia claramente. Pero queda más que claro, cuando recibimos el reconocimiento de colegas que entienden del tema.
Gusti Fernández está entre los mejores del mundo hace más de cinco años, en ese periodo ganó más de veinte títulos entre los que se destacan Roland Garros 2016 y Abierto de Australia 2017 en singles. Además fue finalista en el Abierto de Australia 2014 y en el reciente Wimbledon 2017. Mientras en dobles ganó Wimbledon 2015 y fue finalista en US Open 2013.

Fernando San Martín: Antes de que él llegue al puesto 1 del ranking, se comentaba que el mejor jugador del mundo era Gustavo Fernández, porque siendo parapléjico completo juega de igual a igual o domina a todos tipos caminantes. Eso para el que conoce bien el medio y la dificultad que eso tiene, sabe que la diferencia es abismal y reconocen en Gustavo un plus difícil de describir y categorizar.
Gustavo Fernández: Era improbable estadísticamente lo que pasó conmigo, por el hecho de que hoy el circuito está dominado por las discapacidades “menores”, pero nunca tratamos de darle importancia. Yo nunca lo puse como excusa en ese sentido. Acepté mi condición y simplemente fui ambicioso en el sentido de querer ser el mejor. Quiero ser lo mejor que yo pueda ser. Y estoy convencido que si logro eso, puedo llegar a ser el número uno. Fernando lo entendió así y nunca me dejó poner como excusa el hecho de mi discapacidad. Entonces bajo esa condición, cuando yo tenía una falencia en el juego que debía mejorar, él me exigía más y cada vez más para que yo pudiera superarme y terminar haciendo cosas, que la gente especialista en el tema dacia: “No creo que este chico haga esto”. Y al final después de darle duro al trabajo, de tanto intentarlo y tanto intentarlo… nos terminamos sorprendiendo hasta nosotros de lo que terminamos logrando. Ahora estoy sacando muy bien y generalmente con el resto hay una diferencia enorme. Era impensado que yo esté haciendo diferencia con el saque en estos torneos. Por lo que es algo que tenemos que estar muy orgullosos.
Gustavo Fernández: En Argentina mucha gente me dice que soy un ejemplo de superación, pero no me interesa ser un ejemplo por desarrollarme como una persona que puedo hacer todas las cosas de la vida normalmente. Porque creo que así debe ser, cada discapacitado puede realizar lo que se proponga, salir con sus amigos, ir a comer con su novia, dar una vuelta
por shopping y hacer cualquier cosa de la vida cotidiana. Eso no debe ser algo anormal. No deberían tomarme como que soy algo excepcional por eso. En todo caso, me interesa que me digan que soy un ejemplo como tenista profesional y por haber llegado a donde llegué. Habría que tomar cada discapacidad como algo más normal. Y a partir de eso va a cambiar el entorno del discapacitado, el mismo discapacitado y la sociedad en conjunto.

El enorme tenista cordobés se fue de Wimbledon con la tranquilidad y la valoración de que el trabajo que viene haciendo con su cuerpo técnico y con su familia siempre cerca, está dando sus frutos. Lo demostró en los partidos que ganó. Lo demostró cuando perdió la final ante el sueco Stefan Ollsson. “Un resultado no va a opacar todo lo bueno que venimos haciendo y esta semana tan especial”, tal como escribió en las redes tras la final.El verdadero resultado es que las virtudes conceptuadas en esta nota, mostradas en los courts le dieron su fruto e hizo realidad su sueño: es el número uno a nivel mundial en tenis sobre silla de ruedas.

Lucha, lucha y lucha… siempre una más … siempre a fondo. Ese es Gustavo Fernández.