Eintracht campeón de la Europa League, con Borré figura de la final

Con un gol histórico de Rafael Santos Borré y el último penal de la definición, Eintracht Frankfurt se impuso ante Glasgow Rangers y se coronó campeón de la Europa League para volver a alcanzar la gloria, 42 años después de hasta hoy su único título europeo en la antigua Copa de la UEFA 1980. Tras culminar 1-1 en el tiempo reglamentario y en la prórroga, con goles del nigeriano Joe Aribo al minutos 57 para los escoceses y de Rafael Santos Borré para el Eintracht al 69, el delantero colombiano convirtió el penal decisivo (5-4) después de que fallara el galés del Rangers Aaron Ramsey, lo que desató la euforia en la hinchada alemana después de una final muy pareja.

Se medían dos clubes históricos, el Eintracht del técnico austriaco Oliver Glasner, tras eliminar en semifinales al West Ham, y el Rangers, que superó antes de la final al Leipzig alemán, justo medio siglo después de la única vez, igualmente, en la que levantó un trofeo en Europa (la Recopa de 1972).

La marea de aficionados que tomó Sevilla para esta final, con más de 100.000 fanáticos alemanes y escoceses, bastante más de la mitad sin entrada al estar limitado a 40.000 lugares del Ramón Sánchez-Pizjuán, dio paso al fútbol en una tarde noche calurosa, con unos 31 grados de temperatura, para un duelo de altura.

Era un choque entre conjuntos con estilos distintos. El Eintracht, con un mayor gusto por el toque a la hora de crear se arriba y acumulando mucha gente en sus ofensivas, salió con más ímpetu que el Rangers del técnico neerlandés Giovanni Van Bronckhorts, viejo conocido en España tras su paso por el Barcelona, un equipo más dado a atacar desde la seguridad y el control, con sus laterales, el inglés James Tavernier y el croata Borna Barisic, muy incisivos.

Los alemanes, tras un inicio más igualado, le pusieron más intensidad, fueron más fieles a su juego y buscaron con más ahínco la meta rival, lo que se tradujo en varias opciones que asustaron a Allan McGregor como un tiro del japonés Kamada que, al filo del primer cuarto de hora, despejó el veterano portero escocés.

McGregor también respondió bien al intento posterior del suizo Sow en el rechace, al blocar su remate en una fase en la que el Rangers estuvo muy incómodo ante la insistencia de los de Fráncfort, con dos acciones casi seguidas en una subida del lateral Knauff, desviada por el meta escocés, y de nuevo de Sow, que disparó alto.

Rebasado el ecuador del primer tiempo, el conjunto de Glasgow superó el mayor empuje germano y también avisó con un gran tiro del delantero nigeriano Joe Aribo, que buscó sin éxito la escuadra derecha del meta Kevin Trapp desde fuera del área, aunque el balón se marchó ligeramente desviado a los 26 minutos.

El Eintracht no se inmutó y siguió llevando la iniciativa, aunque sin llegar a convertirse en acoso. Uno de sus hombres más verticales, el extremo izquierdo serbio Filip Kostic, probó de nuevo sin atinar en su remate recién superada la media hora, mientras que el Rangers espabiló con una tímida reacción con la que, salvo en un cabezazo del inglés John Lundstram a 9 del descanso que Trapp mandó a córner, tampoco asustó en exceso.

En la reanudación, el cuadro alemán salió decidido, dejando claro que quería ir a por el partido, y fueron los ‘Águilas’, con más criterio en ataque y un fútbol entre elaborado y vertical, los que siguieron inquietando la meta escocesa con un tiro del danés Jesper Lindstrom, tras revolverse en la frontal del área, que dio en un zaguero.

Aún así, el Rangers, todo corazón y garra, no se arredró en ningún momento. Un mal disparo desde la izquierda del extremo inglés Ryan Kent, quien, solo, malogró una buena opción, fue el preludio del primer gol del choque, marcado para los de Glasgow por su referente en ataque, el nigeriano Joe Aribo, a los 57 minutos.

El rápido delantero africano aprovechó un error en cadena de la zaga alemana, al cabecear primero hacia atrás Sow y resbalarse el central brasileño Tuta, en una acción en la que se lesionó y por la que le sustituyó el japonés Hasebe, para encarar a Trapp con un zurdazo centrado por bajo e ir a festejar el primer gol de la final para los azules.

Tras el 0-1, el Eintracht dio un paso adelante. No le quedaba otra y, tras un serio aviso del japonés Kamada, que envió el balón demasiado alto en un error de la defensa escocesa a pase del alemán Sebastian Rode, el colombiano Rafael Santos Borré no perdonó dos minutos después y empató con un gol de pillo, al anticiparse a los centrales y meter la pierna para hacer el 1-1 tras un centro con mucho sentido del serbio Kostic.

Los técnicos utilizaron el banco para darle frescura a la calurosa final en Sevilla. El noruego Hauge entró por Lindstrom en el Eintracht y otros dos medios, el norirlandés Davis y el zambiano Sakala, por Jack y Wright en el Rangers. A ambos equipos les faltó claridad y valentía en una recta final en la que quizás los escoceses controlaron más el balón, aunque nada impidió ir a la prórroga.

Con ambos equipos muy castigados por el esfuerzo y el calor, ninguno asumió riesgos. En el Eintracht lo intentaron Borré, Hrustic y Jakic; y en el Rangers un tiro del croata Barisic obligó a intervenir a Trapp, quien, casi al final, salvó dos veces a su equipo al sacar un balón casi a bocajarro de Kent y una falta directa de Tavernier, con lo que se llegó a los penales en donde la gloria quedó para los alemanes, con la figura rutilante de Santos Borré para patear con calidad y besar la valiosa Europa League.

Foto: EFE