ENTREVISTA A CAMPEONES DEL MUNDIAL '86 29 de junio 1986: Pumpido y Burruchaga reviven la gloria en el Azteca
Por Jonatan Fabbian
Pasaron 34 años de la final Argentina-Alemania, pero cada aniversario del título de la Selección del ’86 es una emoción para el deporte nacional. Y en Mundial De Fondo cuando se habla de emociones con la celeste y blanca, es motivo para homenajear. Es el caso de rememorar aquella gesta junto a dos baluartes de esa jornada en México ’86.
Argentina parecía tener la final dominada con un 2-0 parcial, pero las cosas se complicaron con el empate transitorio de los teutones con dos jugadas provenientes desde el tiro de esquina. Burruchaga contó detalles de ese momento: “Ninguno se reprochó nada. Valdano me preguntó como estaba y le dije, ‘ahora lo ganamos’. La final la teníamos bastante controlada. Ellos llegaron al empate con dos goles de pelota parada. Pero siempre supimos que la ganábamos. De 2-0 pasar a 2-2, lo mejor que te puede pasar es ir al alargue porque sino te terminan ganando. Pero nosotros lo fuimos a buscar igual”
La jugada del gol de la victoria y lo que sucedió en ese momento: “La llevaba larga y Schumacher estaba lejísimo. Pero hay que pensar que hoy las canchas son billares, pero no era así. La cancha del Azteca era dura, no se regaba, se jugaba la mediodía… Solamente un genio como Maradona podía llevar la pelota dominada al pie. Y yo en el tercer gol la adelanté porque creí que me iba solo y Jorge Valdano iba a mi izquierda pero no me quiso perturbar, porque en esa situación solamente miraba para adelante, porque el arquero estaba lejos y tenía como referencia el buzo amarillo de Schumacher, muy visible. Briegel no tuvo la picardía de hacerme falta, que aunque lo echaban hubiese impedido el gol”.
El momento de la gloria con el gol marcado: “Cuando entró la pelota voi corriendo hacia la derecha, donde estaba el lineman costarricense Ulloa, me arrodillo y se me viene a la mente que mi viejo no quería que jugara al fútbol, porque yo tenía que trabajar para llevar algo a casa… y cuando abro los ojos y lo veo al Checho fue como verlo a Jesús. Fue lograr lo más grande… íbamos abrazados con Jorge hacia el centro de la cancha y vemos el reloj que marcaba que quedaba cinco minutos y dijimos ‘no se nos puede escapar'”.
La previa de la consagración y la llegada a México no fue para nada fácil, ya que tanto el equipo cómo Carlos Salvador Bilardo fueron el foco de las críticas de la prensa hasta aterrizar en México: “Los medios quisieron desestabilizar a la Selección. No se vio nunca más algo igual”.
“La final la teníamos bastante controlada. Ellos llegaron al empate con dos goles de pelota parada. Pero siempre supimos que la ganábamos. No queríamos jugar el alargue. Lo fuimos a buscar igual. ” (Burruchaga)
Uno de los arqueros más grandes de la historia del fútbol nacional. Nery Pumpido destacó la relevancia de Maradona para levantar el título pero dejó en claro la importancia de todo el plantel, haciendo énfasis en el sentido de complicidad grupal pese a diferencias previas: “Éramos un grupo muy unido, la gente nos veía y creía que estábamos de joda, pero tuvimos unas reuniones muy duras para pulir unas diferencias y ese era otra virtud de ese grupo, que las diferencias las arreglábamos diciéndonos las cosas a la cara; de frente, eso sirvió para llegar unidos al mundial.Nos quedábamos una hora de sobremesa, charlando, eso te iba fortaleciendo el conocimiento del grupo”.
El momento en que los germanos igualan la final y cómo lo vivió desde el arco: “Cuando Alemania mete el 2-2 no me pasó nada, porque estábamos muy bien. Quedó demostrado después. Nos recuperamos enseguida, estábamos mejor que ellos y si el partido seguía diez minutos más podíamos hacer dos goles más. Fue un error nuestro en la marcación. Lo bueno fue que demostramos la superación del equipo tras un golpe. Si nos caíamos ahí, podíamos perder la final. Pero hicimos al revés: ese empate nos dio más fuerza para salir a buscar el partido y ganarlo”.
“Siempre hay un equipo por detrás, los grandes jugadores por más virtudes que tengan no pueden salir campeones solos. Por supuesto que son importantes para conseguir la consagración. Pero por ejemplo Cruyff, Ronaldo o Messi no son campeones del mundo. Y están entre los mejores de la historia. Por eso siempre por delante hay que poner al equipo”. Nery Pumpido, remarca ante cada frase, que sin dudas Diego fue gran artífice de la conquista de México ’86, pero no olvida en ningún tramo de la entrevista lo relevante del resto de futbolistas que consolidaron el equipo y, además, pondera la conducción de Carlos Salvador Bilardo: “Lo tuve siete años como entrenador y estuve uno como ayudante de él en Boca. Siempre te dejaba cosas para aprender. Yo tomé muchas cosas de él, aunque no apliqué la misma forma de juego. Pero fue del técnico que más aprendí”.