Créeme que te voy a extrañar Diego. Pero no hay que ser egoísta. Viviste 10 vidas en 60 años. Fuiste muy feliz y también sufriste mucho. Hiciste feliz a millones y millones, pero esos millones reunidos no podíamos hacer una décima parte de lo que vos nos regalaste solo por asumir ser DIEGO MARADONA.
No sé si era justo que sigas transitando como un terrenal más. Físicamente era hora de terminar. Emocionalmente vas a estar más vivo que siempre. El mito, la leyenda y la inmortalidad maradoniana acaba de nacer y continuará el resto de la humanidad. Aristóteles, Socrates y Alejandro Magno, hicieron menos que vos y quedaron por siempre. Pero Maradona será el más eterno de todos.
Esa vida tan intensa, tan mágica y también agobiante paró. Ahora te toca disfrutar sacándote la duda de ver como te ama un planeta. Porque hasta dudaste de eso de tan grande que sos. Tenias la soberbia por ser Maradona, pero también ni te imaginabas lo que era Maradona. Solo un genio como vos, podía asumir esa grandeza y al mismo tiempo desconocerla. Exigías por ser Maradona, pero más te exigías a vos por ser EL DIEGO DE LA GENTE.
Regalaste emociones y felicidad. Repito que te voy a extrañar.
Todavía casi no lloré, aunque estoy esperando ese momento para aceptarlo. Porque sé que quisiera ver a Diego para siempre, gambeteando por toda la eternidad. Y al menos en la parte terrenal que me toca, sé que no lo veré más. Cuando digo gambeteando, no es solo con la pelota, es con la cabeza y es con esa luz maradoniana. Se fue la parte más importante de mi vida periodística. No tengo dudas. Ahora comienza otra. Te voy a extrañar Diego. Y eso que no fui lo suficiente cercano. Pero agradezco haberte cruzado en diferentes países y vivir los momentos mágicos por estar en la era de Diego.
El abrazo del que no hay foto es el recuerdo más enorme y más perfecto. Gracias a vos saqué el pecho por ser argentino en cualquier lado. Gracias a vos lloré de emoción. Gracias a vos sé lo que es ser argentino de pura cepa. Gracias a vos entendí la pasión. Gracias a vos fui más pícaro. Gracias a vos conocí una adrenalina distinta. Y Gracias a vos me temblaron las piernas. Te voy a extrañar Diego. Y siempre.